El proceso de pintar una sirena es un viaje fascinante que combina la creatividad con la técnica. Primero, es esencial seleccionar una paleta de colores que capture la belleza del océano y la mística de estas criaturas marinas. Siempre hay que considerar que los colores bajo el mar no son tan vivos como verlos bajo el sol. Son colores desaturados, mezcla con los grises y de ahi ve agregando el tono que te agrade; yo utilice el verde y el cian, en ocaciones utilice violetas y blancos.
Los tonos Iridiscentes son verdes, blancos, cian, violeta rosados y son los que use para pintar a esta Sirena.
Luego, se debe esbozar la figura de la sirena en la tableta, delineando con suavidad las curvas de su rostro y la fluidez de sus cabellos que parecen danzar con las olas, creando así una conexión visual con el movimiento del agua.
Al aplicar los colores de la pintura, se debe prestar atención a los detalles, donde los tonos iridiscentes pueden reflejar la luz de manera similar al agua que parecen brillar con destellos mágicos.
Este enfoque meticuloso no solo resalta la belleza estética del arte, sino que también permite que el espectador se sumerja en un mundo de ensueño, donde el océano y la fantasía se entrelazan de manera inseparable.
Uno de los aspectos fascinantes de estos seres es capturar su esencia de otro mundo, la cual invita a la imaginación a explorar historias secretas que resuenan en las profundidades del mar.

