Existe diferencias entre la ilustración científica y el dibujo naturalista, ya que la primera se centra en la precisión y la claridad de los detalles para comunicar información específica sobre un organismo, mientras que el segundo tiende a capturar la esencia y la belleza estética de la naturaleza en su representación. La ilustración científica busca respetar las proporciones correctas y los colores reales, facilitando así el estudio y la identificación de especies. En cambio, el dibujo naturalista permite la expresión artística del ilustrador, que puede incluir elementos como el entorno y la interacción del sujeto con su hábitat, creando una conexión más emocional con el espectador. Ambas técnicas son valiosas a su manera, pero cada una sirve a propósitos diferentes en el mundo del arte y la ciencia.
La ilustración Científica
Divulga información científica de forma precisa y objetiva, enfocándose en aspectos técnicos y conocimiento objetivo.
La metodología del dibujo científico: Representa la realidad de forma no interpretativa, priorizando la precisión y el rigor científico, a menudo con el aval de un experto.
Las Características visuales del dibujo científico: Usa escalas, anotaciones, se enfoca en detalles anatómicos y morfológicos, y a menudo se presenta en blanco y negro con técnicas como el puntillismo.
El Dibujo Naturalista
Se basa en la percepción subjetiva del artista, priorizando la estética y la emoción sobre el realismo estricto.
Estilo visual: Permite la libertad artística, con formas exageradas y no necesariamente representativas, aunque puede incluir detalles realistas.
Propósito: Busca la belleza y la evocación, aunque también puede tener un propósito educativo o de conservación.
Historia y evolución del dibujo naturalista y científico
El dibujo ha sido, desde hace siglos, una herramienta esencial para documentar y comprender la naturaleza. Su desarrollo ha estado íntimamente ligado a la historia del arte y la ciencia.
Renacimiento
En este periodo se fusionaron el arte y la investigación científica. Figuras como Leonardo da Vinci realizaron estudios anatómicos y botánicos con una precisión inédita, abordando la representación de plantas con un enfoque meticuloso y casi experimental. Alberto Durero, por su parte, dejó huella con sus detalladas observaciones de la naturaleza, como se aprecia en su célebre obra Gran pieza de hierba (1503).
Era de la Exploración (siglos XV – inicios del XVII)
Las expediciones a “tierras lejanas” impulsaron el dibujo como medio para registrar la biodiversidad recién descubierta. Artistas como Jacques le Moyne, John White y Albert Eckhout acompañaron a exploradores para documentar flora, fauna y paisajes con un realismo fundamental para el conocimiento científico de la época.
Época dorada de la ilustración botánica (siglo XVIII)
Este fue un momento de esplendor para la representación científica de plantas. Pierre-Joseph Redouté, conocido como “el Rafael de las flores”, destacó junto a Elizabeth Blackwell y Maria Sibylla Merian. Merian, pionera en el estudio de insectos y plantas, produjo obras de gran precisión como Metamorphosis insectorum Surinamensium, resultado de una observación directa y paciente.
Siglos XIX y XX
Antes de la llegada masiva de la fotografía, el dibujo siguió siendo una herramienta imprescindible para naturalistas e investigadores. Las ilustraciones científicas de este periodo se distinguían por su rigor y detalle. Las guías de campo, como las de Olrog, se popularizaron por su exactitud en la identificación de especies. En paralelo, artistas como Thomas Moran y George Catlin plasmaron tanto paisajes como la interacción del ser humano con el entorno natural
La simbiosis de la observación Científica & Artística
- Observación Científica: Tiene una “estructura definida y propósito determinado”, buscando la “perfección de la reproducción” y la captura de “cada detalle posible de dibujar” (La observación y el dibujo).
- Observación Artística: Nace de la “percepción conjunta de los sentidos y lo que el modelo provoca en el artista”. Es un fenómeno que se deja afectar e involucrar con el objeto observado, generando una “simbiosis” (La observación y el dibujo).
Seis puntos de impacto del Dibujo Naturalista y Científico
En primer lugar. Facilita la comprensión de conceptos complejos, haciendo la ciencia más accesible al público general y a los niños. Esto se evidencia en su uso en enciclopedias, textos educativos y festivales de aves.
En segundo lugar. Es una herramienta poderosa para generar conciencia y respeto por la naturaleza. Proyectos como “Arte y Conservación” buscan promover y generar procesos de conservación que comienzan desde el arte.
En tercer lugar. El dibujo permite contar historias de especies en peligro o problemáticas ambientales, reivindicando la figura sagrada que tienen los animales.
En cuarto lugar. Obras de gran formato, como el Frailejón ilustrado con agua del páramo de Chingaza, crean un impacto visual muy grande y fomentan la investigación sobre problemáticas ambientales.
En quinto lugar. Los afiches y materiales didácticos basados en ilustraciones pueden empoderar a las comunidades locales, especialmente a los niños, para que se conviertan en protectores de las aves y tomen decisiones que favorezcan su medio ambiente.
En sexto lugar. Los Cuadernos de Campo son herramientas esenciales para naturalistas y profesionales, ya que condensan información y sirven como fuente de información primaria en investigaciones paleontológicas, donde un yacimiento, una vez excavado, deja de existir
Referencias :
Academia Entretinta, Alejandra Riffo, Museo Nacional de Ciencias Naturales Madrid
