Hace rato fuimos al registro del BIENESTAR, y me di cuenta que al momento no pude reconocer los documentos que me pedían; y luego cada pregunta se sentía como un obstáculo más en un camino ya complicado, por supuesto con una migraña encima y mareada poco podía razonar. Creo que me pone muy estresada el entorno, con todas esas filas interminables, el ruido ensordecedor de las conversaciones a mi alrededor, y la migraña que se intensifica con cada segundo que pasé allí. No sé cómo voy a poder remontar eso, porque cada visita se convierte en un desafío que me saca más de quicio. Quiero que eso no me vuelva a pasar, porque la ansiedad ya es suficiente sin tener que preocuparme por cosas que deberían ser simples y cotidianas. El simple acto de recopilar documentos se transforma en una montaña imposible de escalar. Por supuesto que tengo dolor de cabeza, ayer también tuve, y siento que solo se intensifica con cada nuevo desafío que enfrento, dejándome exhausta antes de que el día siquiera comience. Cuando las migrañas se imponen por días es así.
